lunes, 8 de diciembre de 2008

Las divertidas mafias alrededor del protocolo de Kioto

A estas alturas, todo el mundo sabe de qué va el protocolo de Kioto: ese acuerdo que algunos países del mundo firmaron para intentar reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Ese mismo tratado de buenas intenciones, pero que casi ningún país cumple.

Hoy os voy a contar un hecho bastante curioso que ocurre (al menos) en España. Es cierto que en España hay un sistema que penaliza a las industrias que más CO2 emiten a la atmósfera. Como es lógico, determinadas industrias básicas, debido a su actividad, emiten más que otras. Es por tanto razonable que haya unas cuotas de emisión en función del tipo de actividad y del volumen de producción que haya. Esas cuotas de emisión (ya no sólo de CO2, sino también de otros contaminantes) están fijadas por un organismo dependiente del Estado. Periódicamente hay inspecciones que miden la cantidad de dióxido de carbono y demás sustancias emitidas a la atmósfera. Aquellas industrias que sobrepasen el cupo asignado, son multadas.

Hasta aquí todo es razonable. Aparentemente se cumple la legalidad.

El problema surge cuando se genera todo un mercado negro del CO2. ¿Qué cosa más extraña, verdad? Os lo explico:

1.- Imaginemos una industria "limpia", es decir, que emite menos CO2 del que el Estado la permite, o lo que es lo mismo, ha hecho los deberes en cuestiones medioambientales. Pongamos, por ejemplo, que se trata de una industria farmacéutica.
2.- Imaginemos una industria "sucia", que emite más de lo que dicta la normativa. Digamos que se trata de una cementera.
3.- La industria farmacéutica recibe una palmadita en la espalda por no emitir más de lo debido. Al fin y al cabo, es su obligación.
4.- La industria cementera debe pagar una multa al Estado. La multa está fijada en función del volumen de CO2 emitido, pero el precio es fijo.
5.- Supongamos que ambas industrias llegan a un acuerdo para que la "limpia" le ceda su parte de cupo de emisiones de CO2 que no ha cubierto a la "sucia", de tal manera que la industria contaminante le pague un precio acordado entre ambas para compensar el exceso de emisiones. En otras palabras, ambas industrias cubrirían por completo el cupo de emisiones, sin infringir la normativa. Es como si dijéramos que la industria farmacéutica declara al Estado que emite parte del CO2 que en realidad está generado por la fábrica de cemento.



El precio de esa compra-venta de CO2 está fijado por la oferta y la demanda. Si un año, por el motivo que fuere, hay un exceso muy grande de emisiones de CO2 por parte de muchas industrias contaminantes, las industrias limpias (que no han cubierto su cupo de emisiones) alzarán el precio de compra de CO2, porque pueden ganar mucho dinero. Por otro lado, si ese precio es muy elevado, en ocasiones cuesta lo mismo comprar cupo de emisiones que pagar la multa, lo que se traduce, en términos económicos, en que da lo mismo emitir más CO2, porque el precio a pagar será aproximadamente el mismo, o incluso es más barato pagar la multa.

Es triste ver que el único motivo por el que a una industria le compensa reducir sus emisiones es por el dinero que puede ganar por medio de este negocio tan sucio.

Y lo mejor de todo es que esto es perfectamente legal (o al menos es alegal). ¿Por qué el Estado no hace algo para evitar estos negocios? ¿Por qué no se incentiva a las industrias limpias y se penaliza a las contaminantes? ¿Por qué se permite el comercio con CO2? ¿Qué doble moral es ésta?

Para finalizar, sólo decir que el CO2 producido a través de la combustión de materia orgánica, (a saber: todo tipo de restos vegetales, harinas cárnicas, restos orgánicos de basuras o animales, -en su momento, miles de vacas locas que fueron utilizadas como combustible en fábricas, por ejemplo-, etc.) no computan a la hora de contabilizar las emisiones de dióxido de carbono, sino solamente se cuentan las emisiones a partir de combustibles fósiles, lo cual también es absurdo. El alegato es que se trata de carbono que ya estaba en circulación en el ciclo normal del carbono.

viernes, 23 de mayo de 2008

El problema de Monty Hall

Estás en un programa de televisión en el cual tienes la posibilidad de ganar un coche. Frente a ti tienes tres puertas. Detrás de una hay un coche y en las otras dos, dos cabras. Debes escoger una puerta. Bien, haces tu elección, pero sin abrir todavía la puerta. El presentador del programa abre una de las otras dos puertas que no has escogido y muestra una cabra (porque él sabe qué hay detras de cada puerta, claro) y te dice que tienes una última oportunidad, por si quieres cambiar de idea y cambiar de puerta, antes de abrirlas y averiguar si te ha tocado el coche o la cabra.

¿QUÉ HARÍAS?

¿Te quedarías con tu puerta inicial o la cambiarías?

Si usas tu intuición pensarás que hay dos puertas, y por tanto un 50% de probabilidad de que haya una cabra o un coche. Al fin y al cabo, la otra cabra que ha quedado desvelada ya no contaría.

¡¡Pero en realidad, hay un 66% de probabilidades de ganar el coche!! Paradójico, ¿no?

Para matemáticos: Sea X:(Omega,P) -> {1,2,3} la puerta aleatoria detrás de la cual se encuentra el coche. Sea Y:(Omega,P) -> {1,2,3} la puerta que escoge aleatoriamente el candidato. Las variables aleatorias X e Y son estocásticamente independientes. Sea M: (Omega,P) -> {cabra,coche} lo que se encuentra detrás de la puerta que el moderador, de manera aleatoria, escoge (entre las que aún no se han abierto). Se cumple entonces [M=cabra] con probabilidad 1 (o siempre). La probabilidad que el candidato se lleve el coche bajo el supuesto que él no cambia de puerta es entonces P[X=Y/M=cabra]=P[X=Y]=1/3. La probabilidad que el candidato se lleve el coche bajo el supuesto que él cambia de puerta es entonces P[X<>Y/M=cabra]=1-P[X=Y]=2/3. (Esta es la solución correcta.) [Explicación: Wikipedia]



Por lo tanto, si cambiáis de puerta, dos de cada tres veces conseguiréis el coche, y si permanecéis en vuestros trece, sólo os lo llevaréis una de cada tres.


Moraleja: no hay que dejarse llevar por el instinto. Y es precisamente el instinto lo que la gente suele utilizar para tomar sus decisiones en lugar de la lógica.


El nombre del problema viene del programa televisivo estadounidense Let's Make a Deal, cuyo presentador se llamaba Monty Hall.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Cinco ideas locas para frenar el calentamiento global

Siguiendo (y terminando ya) con el tema del Calentamiento Global de marras, he encontrado un artículo muy gracioso sobre cómo acabar con este problema. Olvidándonos de mi anterior artículo sobre estas cosas y centrándonos en las teorías catastrofistas de Al Gore, cualquiera podría pensar que lo lógico es reducir las emisiones de CO2, llevar una vida más respetuosa con el medio, la famosa "sostenibilidad", etc.


¡Pues NO!


Un grupo de cerebros pensantes han propuesto estas cinco teorías para acabar con el cambio climático. Insisto en que este artículo está sacado de la página http://www.nuestroclima.com/ (a cada uno, lo suyo).

1) Erupción volcánica artificial:

La erupción del volcán Tambora, hace casi un siglo, provocó un drástico enfriamiento en el hemisferio Norte, que se conoce como "el año sin verano". Así que algunos hombres de ciencia postulan que para enfriar el planeta unos cuantos grados, sólo hace falta una gran erupción volcánica artificial.

Para evitar las reacciones desagradables típicas de los volcanes, la idea consiste en imitar sus efectos lanzando baterías de misiles a la atmósfera con las partículas que expulsan los volcanes durante su erupción (principalmente, azufre). De esta manera se reduciría el ingreso de la luz y el calor solar al planeta, provocando su enfriamiento. [N. del e.: Y, de paso, unas maravillosas lluvias ácidas, que harían las delicias de todos].
La idea está siendo debatida en los círculos científicos, aunque es probable que jamás se lleve a cabo. En un estudio reciente se analizaron las consecuencias posteriores a la erupción del volcán Pinatubo en 1991, para concluir que el remedio podría resultar mucho peor que la enfermedad, ya que se producirían prolongadas sequías que afectarían directamente a la producción de alimentos. Además, la capa de ozono podría destruirse o dañarse seriamente, con el riesgo potencial de dejar pasar radiaciones capaces de acabar con la vida del planeta.


2) Glaciares recubiertos:

Para evitar que los rayos del Sol derritan los glaciares durante el verano, la empresa suiza Landolt propone recubrirlos con su producto Ice Protector Optiforce, una tela de características especiales, que impide la acción de los rayos solares sobre los glaciares, conservando al mismo tiempo su temperatura para que no se derrita.

Aunque parezca increíble, la iniciativa ha sido aplicada a pequeña escala, con un éxito resonante. Una capa protectora de más de 3 mil metros cuadrados del material fabricado por Landolt fue colocado durante el verano pasado sobre un glaciar en Andermatt, Suiza, cuyo constante retroceso durante los últimos 15 años afectó seriamente a la actividad turística del lugar, basada en el esquí. El recubrimiento del glaciar con Optiforce permitió la conservación de una capa de hielo de más de dos metros de espesor, suficiente para que los esquiadores pudiesen disfrutar del principal atractivo de la región.
Claro que pasar de esta experiencia a una aplicación masiva de material protector sobre los principales glaciares del mundo, resultaría demasiado costoso y poco práctico; por lo que es improbable que esto se produzca en un futuro cercano.


3) Plantas reflectivas:

Las plantas de hojas brillantes rechazan los rayos solares con mayor facilidad y generan mayor cantidad de sombra. Según un grupo de expertos de la Universidad de California, la siembra de plantas de hojas brillantes en las regiones agrícolas podría reducir la temperatura de esas zonas en casi dos grados centígrados.
La capacidad reflectiva de las plantas de hojas brillantes ayudaría a variar el albedo de la Tierra (valor que define el grado de reflexión solar de un cuerpo celeste). Los científicos, liderados por Chris Doughty, afirman que “se puede lograr la desaceleración o la inversión de la tendencia al calentamiento manipulando el albedo de la superficie del suelo. Esto es factible sobre todo en las regiones agrícolas y forestales, donde la influencia humana sobre el terreno es significativa”.
La ingeniería genética podría servir para la creación de especies vegetales con mayor capacidad reflectiva. De hecho, existen variedades de soja alteradas genéticamente que reflejan un 5% más de radiación solar que las especies tradicionales. Sin embargo, los alcances de la manipulación genética son todavía fuente de polémicos debates y no sabemos hasta qué grado se aprobará este tipo de técnicas en el futuro.

4) Techos de color blanco:

Esta idea no es tan alocada como las anteriores y tal vez se pueda aplicar pronto y sin demasiadas complicaciones, aunque con resultados dudosos. Los estudios preliminares realizados por científicos de la Universidad de Columbia indican que pintar los techos de blanco de todos los edificios del planeta, podría contrarrestar la tendencia actual de calentamiento global.

Los modelos matemáticos utilizados para llegar a esa conclusión determinaron que el incremento de la reflexión solar obtenida al pintar todos los techos de blanco de todas las construcciones de la superficie terrestre, harían variar el albedo del planeta de 0.29 a 0.30, cantidad suficiente para que la temperatura global descienda hasta un grado centígrado. [N. del e.: De esta manera estamos también aumentando el albedo (la cantidad de luz reflejada al espacio) contrarrestando los descensos del mismo producidos por el retroceso de los glaciares].
Sin embargo, el modelo matemático aplicado no contempla la influencia de la atmósfera ni de las nubes, por lo que es probable que esta solución no resulte tan efectiva como se promete. Pero si alguien tiene la oportunidad de pintar el techo de su hogar de blanco, no pierde nada con intentarlo.

5) Espejos en órbita:

Para reflejar la luz no hay nada mejor que un espejo. Entonces, una red de espejos orbitando la Tierra sería capaz de reflejar la luz del Sol de acuerdo a las necesidades de nuestro planeta. Esta propuesta está siendo considerada desde hace varios años, y forma parte de lo que se conoce como geoingeniería: un conjunto de aplicaciones tecnológicas con el poder de modificar el clima terrestre a voluntad. Los espejos podrían moverse para dejar pasar o bien para impedir el ingreso de la radiación del Sol, según se desee, y de esta manera controlar el estado del tiempo en todo el mundo.
Dejando de lado las descomunales complicaciones técnicas, prácticas y presupuestarias de proyectos de semejante envergadura, el mayor riesgo que se corre es el crear un monstruo de Frankenstein, al querer manipular y controlar a gran escala mecanismos muy complejos que ni siquiera se comprenden del todo. Así como un pequeño exceso de sal puede arruinar por completo a un plato preparado con esmero, cualquier desviación que se produzca intentando alterar el clima planetario, por pequeña que parezca, puede acarrear consecuencias inesperadas e irreversibles.

domingo, 2 de marzo de 2008

¿Querubines?

Bien, todos hemos oído hablar de los Querubines... sí, ya sabéis, esas preciosas criaturitas de pelo rubio y rizado, colorados mofletes, cuerpecillo de niño gordo...

Angelotes filosofando

¡MENTIRA!


Ahí arriba os estoy definiendo a los "angelotes", que científicamente reciben el ridículo nombre de Putti. Los querubines son ángeles, sí... pero de otro tipo muy distinto.


Pequeños Puttis albañiles trabajando en la obra

A ver por dónde empiezo... Ah, sí. Lo primero que hay que decir es que hay muchos tipos de ángeles. De hecho, la teología cristiana establece nueve "coros angélicos", divididos en tres "Esferas". Os los voy a nombrar empezando por los más bajos:



- Arcángeles
- Ángeles
- Virtudes

- Potestades
- Principados
- Dominaciones

- Tronos
- Querubines
- Serafines


Un querubín es un terrible monstruo de seis alas llenas de ojos, armado con una espada de fuego y una mala hostia que te pasas. Dios colocó dos de esos para guardar el Edén después de expulsar a Adán y Eva, rodean como soldados el trono de Dios... en fin, unos ángeles muy muy chungos.

No hagáis mucho caso a lo que dice la wikipedia sobre ellos, no tienen ni cuatro cabezas ni ruedas ni nada por el estilo. Ahí están mezclando querubines con serafines y con el tetramorfos (las imágenes simbólicas de los evangelistas).

Así que ya sabéis, cuando, hablando de un bebé, alguien diga "aaaay, es un querubín diminuto...", reíd para vosotros. O también podéis utilizar esta joya para insultar a los nenes más horrendos sin que mamá se entere.

Para terminar, os dejo una imagen más moderna, pero bastante acertada (excepto por lo de los ojos en las alas) de estos ángeles farrucos.


Un auténtico Querubín, pero sin ojos en las alas (¿tuerto?)

lunes, 18 de febrero de 2008

El Calentamiento Global

Parece que está de moda hablar del calentamiento global, ya sea para exponer un escenario catastrofista y justificar determinadas energías "limpias" (bien entrecomillado, como la energía nuclear) y de paso forrarse dando charlas por todo el mundo, o bien para lo contrario y decir que aquí no pasa nada.

En este artículo no se va a valorar si el calentamiento global en el que se supone estamos es culpa del ser 'humano' o no. Simplemente se quieren exponer los otros periodos a lo largo de la historia de la Tierra con altas temperaturas y que cada cual saque sus conclusiones.
Han sido muchos los periodos con temperaturas medias globales muy superiores a las actuales. Vamos a obviar los primeros periodos de la historia de la Tierra desde el Hádico hasta el Proterozoico inclusive, es decir, los primeros 4000 millones de años, donde la temperatura de la Tierra era realmente alta por el tipo de atmósfera que había y la práctica inexistencia de formas de vida y oxígeno. Aunque había ya bacterias y algas fotosintetizadoras, no había muchos organismos complejos. Hay que decir, en honor a la verdad, que también hubo periodos en los que la Tierra era una auténtica bola de nieve hace unos 730 millones de años, aunque eso merece otro capítulo aparte. Es cierto que quitar 4000 millones de años es mucho, pero la explosión de la vida en el planeta ocurre a partir de los 542 M.a., en el Fanerozoico, que es la Era en la que nos encontramos y donde nos centraremos.

Viendo la gráfica de la derecha, podemos observar que la temperatura de la Tierra en estos últimos 542 M.a. ha sido bastante superior, en líneas generales, a los 15ºC de la actualidad. Por ejemplo, durante el Cámbrico y Ordovícico medio, la media es de 22ºC. En el Silúrico y Carbonífero es algo más frío, con unos 20º, bastante más que en la actualidad; mientras que en el Pérmico final hay 24º, coincidiendo con la mayor extinción masiva de la historia de la Tierra (es el llamado "Super Calentamiento Global", con temperaturas medias en el ecuador de 32-36ºC y unos 6-12ºC en los polos). Esta no es la extinción de los dinosaurios, que todo el mundo sabe cómo, cuándo y por qué murieron:
También hay temperaturas altas durante el Triásico, Jurásico medio, Cretácico medio y la mitad del Terciario, con sus periodos intermedios más fríos. Por poner algún ejemplo, en el Cretácico Superior, hace unos 95 M.a., el mar estaba 300 metros más alto que en la actualidad y Europa quedó reducida a un archipiélago. Algo parecido ocurrió entre el Devónico y el Carbonífero. En el siguiente gráfico se puede ver cómo ha evolucionado el nivel del mar a lo largo del tiempo, de derecha a izquierda:


En el Paleoceno y Eoceno (hace unos 40 M.a.) había palmeras y cocodrilos en Minnesota, Alemania y Londres, por poner otro ejemplo. También árboles de zonas templadas en Alaska, Noruega y Groenlandia, y arrecifes a 10-20º más cerca de los polos que en la actualidad, que se situan en torno al ecuador-trópicos.

La conclusión que podemos sacar viendo las gráficas anteriores es que tanto las temperaturas como el nivel del mar han estado habitualmente a niveles más altos que hoy día y siempre ha habido vida. La vida se abre paso independientemente de las condiciones climáticas. Es cierto que ha habido varias grandes extinciones, y que en los ejemplos que se han comentado anteriormente, coinciden con periodos especialmente cálidos, pero estamos hablando de temperaturas medias de más de 10 grados que las actuales. También es irrefutable que los niveles de CO2 en la atmósfera han aumentado de manera importante en los últimos 50 años. Tal vez el hombre se cargue parte del planeta y caigamos como cayeron los dinosaurios antes, pero quizá eso sea lo mejor para el equilibrio de la Tierra (recomiendo visitar esta página sobre la sobreexplotación de los recursos del planeta). La vida seguirá su curso, si eso es lo que le preocupa a los ecologistas. Las nuestras ya es otro cantar.

No quiero olvidarme de otras teorías que defienden que el calentamiento global está ligado a la acción humana. Los Pastafaris, seguidores del dios Monesvol, defienden que el calentamiento global es directamente proporcional al descenso del número de piratas en los mares, según esta gráfica:

'Pirates are cool'


viernes, 25 de enero de 2008

Las Paradojas de Russel

La paradoja de Russell se basa en las contradicciones del concepto de conjunto elaborado por Cantor y Frege. Aunque no vamos a entrar en tecnicismos matemáticos, sí diré que los que hemos estudiado EGB hemos dado teorías de conjuntos cuando éramos pequeños hasta la saciedad. Russel echó por tierra gran parte del trabajo de los dos matemáticos antes nombrados.

Literariamente se explicaría de esta manera:

A) SOBRE LOS BARBEROS EN ALTA MAR

Un barco sale lleno de marineros y se dirige a una misión que lo tendrá muchos días en alta mar. El capitán advierte con disgusto que alguno de los integrantes del barco no se afeitan todos los días. Y como en el barco había un marinero-barbero, lo convoca a su camarote y le da la siguiente instrucción:

“Desde mañana, toda persona del barco que no se afeite a sí misma, la afeita usted. A los que quieran afeitarse solos, no hay problemas. Usted ocúpese de los que no lo hacen. Es una orden”.
El barbero se retiró y a la mañana siguiente, nada más despertarse (aún en su camarote), se dispuso a cumplir la orden del capitán. Pero antes, naturalmente, fue hasta el baño. Cuando se disponía a afeitarse, se dio cuenta de que no podía hacerlo, porque el capitán había sido muy claro: él sólo podía afeitar a los que no se afeitaban a sí mismos. O sea, que en tanto que barbero no podía intervenir en afeitarse. Debía dejarse la barba para no infringir la norma de sólo afeitar a los que no se afeitan a sí mismos.
Pero al mismo tiempo, advirtió que no podía dejarse crecer la barba porque incumpliría también la orden del capitán, que le dijo que no permitiera que ningún integrante del barco no se afeitara. Él, entonces, tenía que afeitarse.
Desesperado porque ni podía afeitarse (porque el capitán le dijo que sólo se ocupe de los que no se afeitaban a sí mismos) ni podía dejarse la barba (ya que el capitán no lo hubiera tolerado), el barbero decidió tirarse por la borda (o también podría haberle pedido a alguien que le afeite a él…)

B) SOBRE QUIEN DEBÍA MORIR AHORCADO

En una ciudad en donde las cosas erradas se pagaban caras, el rey decidió que una persona debía ser ejecutada. Y para ello, decidió ahorcarlo. Para darle un poco más de sabor, colocaron en dos plataformas dos horcas. A una la llamaron “altar de la verdad” y a la otra, “el altar de la mentira”.
Cuando estuvieron frente al reo, le explicaron las reglas:
“Tendrás oportunidad de decir tus últimas palabras, como es de estilo. De acuerdo con que lo que digas sea verdad o mentira, serás ejecutado en este altar (señalando el de la verdad) o en el otro. Es tu decisión”.
El preso pensó un rato y dijo que estaba listo para pronunciar sus últimas palabras. Se hizo silencio y todos se prepararon para escucharlo. Y dijo: “ustedes me van a colgar en el altar de la mentira”.
“¿Es todo?”, le preguntaron.
“Sí”, respondió.
Los verdugos se acercaron a esta persona y se dispusieron a llevarla al altar de la mentira. Cuando lo tuvieron al lado, uno de ellos dijo:
“Un momento por favor. No podemos colgarlo acá, porque si lo hiciéramos sus últimas palabras habrían sido ciertas. Y para cumplir con las reglas, nosotros le dijimos que lo colgaríamos de acuerdo con la validez de sus últimas palabras. Él dijo que lo colgaríamos en el altar de la mentira’. Luego, allí no podemos colgarlo porque sus palabras serían ciertas”.
Otro de los que participaba arriesgó: “Claro. Corresponde que lo colguemos en el altar de la verdad”.
“Falso”, gritó uno de atrás. “Si fuera así, lo estaríamos premiando ya que sus últimas palabras fueron mentira. No lo podemos colgar en el altar de la verdad”.
Ciertamente confundidos, todos los que pensaban ejecutar al preso se trenzaron en una discusión eterna. El reo escapó y hoy escribe libros de lógica.

C) DIOS NO EXISTE

Seguramente, de todas las maneras de presentar la paradoja de Bertrand Russell, ésta es la más llamativa. Se pretende probar que Dios no existe, nada menos.
Pongámonos primero de acuerdo con lo que quiere decir Dios. Por definición, la existencia de Dios está igualada con la existencia de un ser todopoderoso. En la medida en que nosotros podamos probar que nada ni nadie puede ser omnipotente, entonces, nadie podrá adjudicarse el “ser Dios”.
Vamos a probar esto “por el absurdo”; o sea, vamos a suponer que el resultado es cierto y eso nos va a llevar a una contradicción.

Supongamos que Dios existe. Entonces, como hemos dicho, en tanto que Dios, debe ser todopoderoso. Lo que vamos a hacer es probar que no puede haber nadie todopoderoso. O lo que es lo mismo: no puede haber nadie que tenga todos los poderes.
Y hacemos así: si existiera alguien que tuviera todos los poderes, debería tener el poder de hacer piedras muy grandes. No le puede faltar este poder, porque si no, ya demostraría que no es todopoderoso. Entonces, concluimos que tiene que tener el poder de hacer piedras muy grandes. No sólo tiene que tener el poder de hacer piedras muy grandes, sino que tiene que ser capaz de hacer piedras que él no pueda mover… no le puede faltar este poder (ni ningún otro si vamos al caso). Luego, tiene que ser capaz de hacer piedras y que esas piedras sean muy grandes.
Tan grandes, que eventualmente él no las pueda mover.
Ésta es la contradicción, porque si hay piedras que él no pueda mover, eso significa que le falta un poder. Y si tales piedras no las puede hacer, eso significa que le falta ese poder. En definitiva, cualquiera que pretenda ser todopoderoso adolecerá de un problema: o bien le falta el poder de hacer piedras tan grandes que él no pueda mover, o bien existen piedras que él no puede mover. De una u otra forma, no puede haber nadie todopoderoso (y eso era lo que queríamos probar).



En 1902 Russell envió una carta a Frege comunicándole "su" paradoja. Frege relató posteriormente que "para un escritor científico poco puede resultar más desagradable que, tras haber terminado su trabajo, se tambaleen los cimeintos de su construcción".

Un cachondo en toda regla el tal Russel.

jueves, 3 de enero de 2008

La Expresión de los Materiales. Vol. I: Europa.

La expresión de los materiales es algo que lleva carcomiendo las mentes de los más grandes artistas y arquitectos europeos desde el Siglo XIX hasta nuestros días. Fue a principios del Siglo XIX cuando se empezó a recuperar el valor plástico de los materiales constructivos en sí mismos. Ya nadie quería ver el Partenón pintado con colores chillones (ver foto) que tanto enamoró a los antiguos y tantos quebraderos de cabeza ha traído a la hora de la Restauración. Porque, ¿Qué debemos hacer? El mármol es un material muy noble y que merece ser visto per se, pero es que ninguna edificación del Siglo V a.C. fue concebida así, como tampoco lo fue ninguna escultura griega hasta la época romana bajoimperial (Finales del siglo III en adelante), cuando gracias al paso del tiempo, algunas esculturas griegas habían perdido todo el color y "resultaba que eran bonitas y todo". Así que ahí anda el debate del Partenón.

Esto se mantuvo durante toda la historia del arte. Se conservan restos de policromía en iglesias visigodas imitando mosaicos romanos, frescos del siglo VI en el Norte de Italia que nada tienen que envidiar a los de la Casa de los Misterios de Pompeya, incluso en pleno siglo XVIII, durante el barroco más abigarrado e insultante, se pintaba todo de arriba a abajo. Una honrosa excepción es el Neoclasicismo, período durante el cual, para adaptarse a los cánones grecorromanos, se dejaba todo sin pintar, pensando que los colores que se habían perdido durante los siglos nunca habían estado allí.

Lo mismo pasa con las catedrales románicas. Y con las góticas, por supuesto. En toda Europa se hacían catedrales, todas ellas coloreadas con vivísimos colores, no hay más que echar un vistazo al Pórtico de la Gloria, o en el caso del gótico, cualquier catedral italiana, cuyos frescos se conservaban a la perfección.
¿Una horterada? Quizás. A mí, desde luego, sobre todo en el caso de las catedrales románicas, me lo parece, pero eso es irrelevante. Lo que importa es lo que ha pasado con esas pinturas. En algunos casos se ha salvado una parte, sobre todo en los templos italianos. ¿Y por qué los italianos, y no los franceses, por ejemplo? Muy sencillo. Mientras en Europa las iglesias estaban pintadas por maestros canteros que no tenían ni idea de proporciones, en Italia, donde el gótico llegó muy tarde, los templos fueron acabados muy a finales del siglo XIV o ya en el siglo XV. ¿Qué significa esto? Que en el más "paleto" de los casos, una iglesia estaba pintada por Giotto (imagen), alguien que ya jugaba con la perspectiva, mientras que en el resto de Europa seguíamos viviendo en la más remota antigüedad artística en la que ni siquiera la proporción humana estaba definida.
Esto sirvió de excusa a los mal llamados "Restauradores" de los siglos XVIII y, sobre todo, del XIX, para mutilar las catedrales románicas y góticas y arrancarles toda la pintura, dejándolas frías y desangeladas.

Resulta que la policromía tenía varias funciones:
  • Por un lado, y principalmente, al estar aplicadas sobre una capa más o menos gruesa de cal (se pintaba al fresco en la época) se esterilizaba el edificio, para que no fuera azotado por las plagas de la época. Además, se podría utilizar como hospital, en caso de necesidad (mi próximo artículo versará sobre las diferentes utilidades de una catedral gótica).
  • Por otro lado, daba una sensación de calidez al edificio, reforzada por las vidrieras góticas (si el la entrada sobre las utilidades de la catedral sale un poco más ligera que esta barbaridad, quizás hable sobre la Metafísica de la Luz), que invitaba al fiel a entrar.
  • Por último, era una pintura que ayudaba a un público analfabeto a comprender las Sagradas Escrituras. Por eso, las escenas más importantes están en la zona "más sagrada": El ábside y los cuerpos altos de la catedral, y las salidas del lado Este (esto es, el vástago en la planta de cruz) solían ir decoradas con escenas apocalípticas o crucifixiones, como advertencia a los fieles. (Explicación de la foto, al final).
¿Qué ocurre en este siglo XIX que, sin querer, he presentado como un monstruo destructor?

Ocurre que hay un movimiento que se ha venido llamando "Modernismo", y que tiene influencias orientales. Y ocurre que, gracias a la Revolución Industrial, se introducen nuevos materiales en la construcción, como el hierro, o el hormigón, que son baratos y muy resistentes.

Esto hace que los nuevos arquitectos adopten la influencia oriental sobre los materiales, y empiecen a valorar el material visto, sobrio, elegante. Algo que, sin duda, ha llegado hasta nuestros días, no tenemos más que mirar a nuestro alrededor, o incluso preguntarnos a nosotros mismos qué pasaría si, de repente, el Discóbolo de Mirón o la Catedral de Toledo estuviera pintarrajeada desde la cabecera hasta los pies, además con colores pasteles en el caso de la escultura y de fuerte contraste en la arquitectura. ¿Es alguien capaz de concebir la Estatua de la Libertad coloreada, o la zona AZCA de Madrid disfrazada de esa guisa? Seguramente, no.

Este entusiasmo por los materiales vistos se extiende tanto que, en las restauraciones de prácticamente todas las estructuras griegas, romanas, medievales o de cualquier época que han llegado hasta nosotros sean despojadas de su capa de pintura obligatoria que, en muchos casos, incluso tenían documentación de gran importancia. En el caso de las catedrales góticas, que es en el que estoy más puesto, sabemos que en la mayoría, firmaban el maestro constructor, el maestro cantero, el obispo, los principales contribuyentes, e incluso se incluían unos planos detalladísimos del edificio. Es muy fácil hablar despectivamente del mundo medieval y de edificaciones hechas "sin orden ni concierto, con parones inexplicables, etc" si se carece de la documentación necesaria. Qué coincidencia más cachonda que, justo, en todas las catedrales cuya documentación se ha conservado, se sepa detalladísimamente cuánto cobraba cada persona, quién era el maestro, cuál era SU CURRICULUM VITAE (verídico, el que lo dude, que me pregunte sobre la Catedral de Lérida), los congresos de artistas que se celebraban (venían artistas de todos lados, incluso del extranjero, para discutir, por ejemplo, si poner arbotantes, triforio, o muro doble, en tal o cual catedral, y las propuestas se sometían a voto), y a qué se deben "esos cambios de planteamiento tan raros".

La Expresión de los Materiales. En Occidente, gracias a ella, hemos destrozado todo lo que se ha puesto por delante en cosa de un siglo. ¿Quizás la herencia barroca?
Veremos si es así o es diferente en el Vol II: India y Asia oriental. (Música de fondo con los títulos "To Be Continued)
Obras de referencia:
  • La Metafísica de la Luz, del Abad Suger.
  • Cuando las Catedrales Estaban Pintadas, Erlande-Brandenburg (1994). Muy recomendable si algo de lo de aquí arriba te ha despertado interés.
  • Documentación de la Catedral de Lérida, conservada hasta hace poco en el Archivo de Salamanca.
  • Bango Torviso: Edificios e Imágenes Medievales. Historia y Significado de las Formas.
  • Pseudo Dionisio Areopagita, Obras completas (este hay buscarlo en la biblioteca de autores cristianos).
  • Georges Duby: La Europa de las Catedrales. Arte y Sociedad. (¿Qué hay de cierto en Los Pilares de la Tierra? ¿Cómo es realmente el mundo de la ciudad medieval, y cuánto se diferencia de la ciudad Renacentista? Francamente interesante).

Ahora, quizás os preguntéis por qué ha puesto la mielda del niño una foto de tres chalaos vestidos de gato con monóculo y banderas de EEUU en el brazo en posiciones bizarras mientras hablaba de las escenas apocalípticas a los pies de la catedral.

Os lo explico en un momento. Estamos representando una escena apocalíptica a la perfección.

Cristo, esto es, mi amiga Manuela vestida de gato con monóculo (no apreciable en la foto), lleva en una mano el Libro de la Ley, y con la otra bendice al mundo, sentada en el trono de Dios, sujeto por Querubines (nada que ver con lo que imagináis, los Querubines son los soldados de Dios, llevan una espada de fuego, tienen seis alas repletas de ojos y son capaces de matar a todo lo que se les ponga por delante. Lo que vosotros llamáis "querubines" realmente son "Amorcillos" o, en italiano, "Putti", que es mucho más divertido). Los Querubines son ángeles muy chungos, los genuínos Ángeles Farrucos. Pues eso, los querubines somos mi amiga Celia y un servidor, también disfrazado de Gato con Monóculo.

Tampoco se ve en la foto que Dios está pisando al mal, y nos faltarían los salvados a un lado y los condenados a otro, pero es que en mi equipo sólo éramos tres personas.

Ea, eso es una escena apocalíptica, y si nos cuesta tanto reconocerlo en la Edad Contemporánea, habéis de saber que en la Edad Media lo veían y reconocían como quien reconoce hoy una señal de tráfico. Lo juro.

Espero no haberos aburrido demasiado, gracias por la atención y todas esas chorradas que dicen los conferenciantes.

FINIS (mundi)