Para evitar las reacciones desagradables típicas de los volcanes, la idea consiste en imitar sus efectos lanzando baterías de misiles a la atmósfera con las partículas que expulsan los volcanes durante su erupción (principalmente, azufre). De esta manera se reduciría el ingreso de la luz y el calor solar al planeta, provocando su enfriamiento. [N. del e.: Y, de paso, unas maravillosas lluvias ácidas, que harían las delicias de todos].La idea está siendo debatida en los círculos científicos, aunque es probable que jamás se lleve a cabo. En un estudio reciente se analizaron las consecuencias posteriores a la erupción del volcán Pinatubo en 1991, para concluir que el remedio podría resultar mucho peor que la enfermedad, ya que se producirían prolongadas sequías que afectarían directamente a la producción de alimentos. Además, la capa de ozono podría destruirse o dañarse seriamente, con el riesgo potencial de dejar pasar radiaciones capaces de acabar con la vida del planeta.
2) Glaciares recubiertos:
Aunque parezca increíble, la iniciativa ha sido aplicada a pequeña escala, con un éxito resonante. Una capa protectora de más de 3 mil metros cuadrados del material fabricado por Landolt fue colocado durante el verano pasado sobre un glaciar en Andermatt, Suiza, cuyo constante retroceso durante los últimos 15 años afectó seriamente a la actividad turística del lugar, basada en el esquí. El recubrimiento del glaciar con Optiforce permitió la conservación de una capa de hielo de más de dos metros de espesor, suficiente para que los esquiadores pudiesen disfrutar del principal atractivo de la región.
Claro que pasar de esta experiencia a una aplicación masiva de material protector sobre los principales glaciares del mundo, resultaría demasiado costoso y poco práctico; por lo que es improbable que esto se produzca en un futuro cercano. 
3) Plantas reflectivas:
La capacidad reflectiva de las plantas de hojas brillantes ayudaría a variar el albedo de la Tierra (valor que define el grado de reflexión solar de un cuerpo celeste). Los científicos, liderados por Chris Doughty, afirman que “se puede lograr la desaceleración o la inversión de la tendencia al calentamiento manipulando el albedo de la superficie del suelo. Esto es factible sobre todo en las regiones agrícolas y forestales, donde la influencia humana sobre el terreno es significativa”.La ingeniería genética podría servir para la creación de especies vegetales con mayor capacidad reflectiva. De hecho, existen variedades de soja alteradas genéticamente que reflejan un 5% más de radiación solar que las especies tradicionales. Sin embargo, los alcances de la manipulación genética son todavía fuente de polémicos debates y no sabemos hasta qué grado se aprobará este tipo de técnicas en el futuro.
4) Techos de color blanco:
Esta idea no es tan alocada como las anteriores y tal vez se pueda aplicar pronto y sin demasiadas complicaciones, aunque con resultados dudosos. Los estudios preliminares realizados por científicos de la Universidad de Columbia indican que pintar los techos de blanco de todos los edificios del planeta, podría contrarrestar la tendencia actual de calentamiento global.
Los modelos matemáticos utilizados para llegar a esa conclusión determinaron que el incremento de la reflexión solar obtenida al pintar todos los techos de blanco de todas las construcciones de la superficie terrestre, harían variar el albedo del planeta de 0.29 a 0.30, cantidad suficiente para que la temperatura global descienda hasta un grado centígrado. [N. del e.: De esta manera estamos también aumentando el albedo (la cantidad de luz reflejada al espacio) contrarrestando los descensos del mismo producidos por el retroceso de los glaciares].Sin embargo, el modelo matemático aplicado no contempla la influencia de la atmósfera ni de las nubes, por lo que es probable que esta solución no resulte tan efectiva como se promete. Pero si alguien tiene la oportunidad de pintar el techo de su hogar de blanco, no pierde nada con intentarlo.
5) Espejos en órbita:
Dejando de lado las descomunales complicaciones técnicas, prácticas y presupuestarias de proyectos de semejante envergadura, el mayor riesgo que se corre es el crear un monstruo de Frankenstein, al querer manipular y controlar a gran escala mecanismos muy complejos que ni siquiera se comprenden del todo. Así como un pequeño exceso de sal puede arruinar por completo a un plato preparado con esmero, cualquier desviación que se produzca intentando alterar el clima planetario, por pequeña que parezca, puede acarrear consecuencias inesperadas e irreversibles.






4 comentarios:
Creo que la mejor solución es la de los piratas. Económicamente viable, coherente, y además divertidísima.
el que no piense como yo, es idiota(como dicen los políticos).
Pues nada, lo mejor será ir reclutando a una tripulación pirata. ¿Quién se apunta?
De momento, gran cantidad de pastafaris encontrados en la red se apuntan al bombardeo de melones.
Hola, soy Pablo Campra, de la Universidad de Almeria, co-autor de un estudio sobre el efecto albedo de los invernaderos de Almeria (España) que quizá hallais visto en prensa ultimamente. He elaborado una web para divulgar y aclarar dudas sobre el alcance de esta investigación. Aqui podeis descargaros el articulo original publicado en el Journal of Geophysical Research.
http://www.ual.es/~pcampra/
Saludos
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