jueves, 3 de enero de 2008

La Expresión de los Materiales. Vol. I: Europa.

La expresión de los materiales es algo que lleva carcomiendo las mentes de los más grandes artistas y arquitectos europeos desde el Siglo XIX hasta nuestros días. Fue a principios del Siglo XIX cuando se empezó a recuperar el valor plástico de los materiales constructivos en sí mismos. Ya nadie quería ver el Partenón pintado con colores chillones (ver foto) que tanto enamoró a los antiguos y tantos quebraderos de cabeza ha traído a la hora de la Restauración. Porque, ¿Qué debemos hacer? El mármol es un material muy noble y que merece ser visto per se, pero es que ninguna edificación del Siglo V a.C. fue concebida así, como tampoco lo fue ninguna escultura griega hasta la época romana bajoimperial (Finales del siglo III en adelante), cuando gracias al paso del tiempo, algunas esculturas griegas habían perdido todo el color y "resultaba que eran bonitas y todo". Así que ahí anda el debate del Partenón.

Esto se mantuvo durante toda la historia del arte. Se conservan restos de policromía en iglesias visigodas imitando mosaicos romanos, frescos del siglo VI en el Norte de Italia que nada tienen que envidiar a los de la Casa de los Misterios de Pompeya, incluso en pleno siglo XVIII, durante el barroco más abigarrado e insultante, se pintaba todo de arriba a abajo. Una honrosa excepción es el Neoclasicismo, período durante el cual, para adaptarse a los cánones grecorromanos, se dejaba todo sin pintar, pensando que los colores que se habían perdido durante los siglos nunca habían estado allí.

Lo mismo pasa con las catedrales románicas. Y con las góticas, por supuesto. En toda Europa se hacían catedrales, todas ellas coloreadas con vivísimos colores, no hay más que echar un vistazo al Pórtico de la Gloria, o en el caso del gótico, cualquier catedral italiana, cuyos frescos se conservaban a la perfección.
¿Una horterada? Quizás. A mí, desde luego, sobre todo en el caso de las catedrales románicas, me lo parece, pero eso es irrelevante. Lo que importa es lo que ha pasado con esas pinturas. En algunos casos se ha salvado una parte, sobre todo en los templos italianos. ¿Y por qué los italianos, y no los franceses, por ejemplo? Muy sencillo. Mientras en Europa las iglesias estaban pintadas por maestros canteros que no tenían ni idea de proporciones, en Italia, donde el gótico llegó muy tarde, los templos fueron acabados muy a finales del siglo XIV o ya en el siglo XV. ¿Qué significa esto? Que en el más "paleto" de los casos, una iglesia estaba pintada por Giotto (imagen), alguien que ya jugaba con la perspectiva, mientras que en el resto de Europa seguíamos viviendo en la más remota antigüedad artística en la que ni siquiera la proporción humana estaba definida.
Esto sirvió de excusa a los mal llamados "Restauradores" de los siglos XVIII y, sobre todo, del XIX, para mutilar las catedrales románicas y góticas y arrancarles toda la pintura, dejándolas frías y desangeladas.

Resulta que la policromía tenía varias funciones:
  • Por un lado, y principalmente, al estar aplicadas sobre una capa más o menos gruesa de cal (se pintaba al fresco en la época) se esterilizaba el edificio, para que no fuera azotado por las plagas de la época. Además, se podría utilizar como hospital, en caso de necesidad (mi próximo artículo versará sobre las diferentes utilidades de una catedral gótica).
  • Por otro lado, daba una sensación de calidez al edificio, reforzada por las vidrieras góticas (si el la entrada sobre las utilidades de la catedral sale un poco más ligera que esta barbaridad, quizás hable sobre la Metafísica de la Luz), que invitaba al fiel a entrar.
  • Por último, era una pintura que ayudaba a un público analfabeto a comprender las Sagradas Escrituras. Por eso, las escenas más importantes están en la zona "más sagrada": El ábside y los cuerpos altos de la catedral, y las salidas del lado Este (esto es, el vástago en la planta de cruz) solían ir decoradas con escenas apocalípticas o crucifixiones, como advertencia a los fieles. (Explicación de la foto, al final).
¿Qué ocurre en este siglo XIX que, sin querer, he presentado como un monstruo destructor?

Ocurre que hay un movimiento que se ha venido llamando "Modernismo", y que tiene influencias orientales. Y ocurre que, gracias a la Revolución Industrial, se introducen nuevos materiales en la construcción, como el hierro, o el hormigón, que son baratos y muy resistentes.

Esto hace que los nuevos arquitectos adopten la influencia oriental sobre los materiales, y empiecen a valorar el material visto, sobrio, elegante. Algo que, sin duda, ha llegado hasta nuestros días, no tenemos más que mirar a nuestro alrededor, o incluso preguntarnos a nosotros mismos qué pasaría si, de repente, el Discóbolo de Mirón o la Catedral de Toledo estuviera pintarrajeada desde la cabecera hasta los pies, además con colores pasteles en el caso de la escultura y de fuerte contraste en la arquitectura. ¿Es alguien capaz de concebir la Estatua de la Libertad coloreada, o la zona AZCA de Madrid disfrazada de esa guisa? Seguramente, no.

Este entusiasmo por los materiales vistos se extiende tanto que, en las restauraciones de prácticamente todas las estructuras griegas, romanas, medievales o de cualquier época que han llegado hasta nosotros sean despojadas de su capa de pintura obligatoria que, en muchos casos, incluso tenían documentación de gran importancia. En el caso de las catedrales góticas, que es en el que estoy más puesto, sabemos que en la mayoría, firmaban el maestro constructor, el maestro cantero, el obispo, los principales contribuyentes, e incluso se incluían unos planos detalladísimos del edificio. Es muy fácil hablar despectivamente del mundo medieval y de edificaciones hechas "sin orden ni concierto, con parones inexplicables, etc" si se carece de la documentación necesaria. Qué coincidencia más cachonda que, justo, en todas las catedrales cuya documentación se ha conservado, se sepa detalladísimamente cuánto cobraba cada persona, quién era el maestro, cuál era SU CURRICULUM VITAE (verídico, el que lo dude, que me pregunte sobre la Catedral de Lérida), los congresos de artistas que se celebraban (venían artistas de todos lados, incluso del extranjero, para discutir, por ejemplo, si poner arbotantes, triforio, o muro doble, en tal o cual catedral, y las propuestas se sometían a voto), y a qué se deben "esos cambios de planteamiento tan raros".

La Expresión de los Materiales. En Occidente, gracias a ella, hemos destrozado todo lo que se ha puesto por delante en cosa de un siglo. ¿Quizás la herencia barroca?
Veremos si es así o es diferente en el Vol II: India y Asia oriental. (Música de fondo con los títulos "To Be Continued)
Obras de referencia:
  • La Metafísica de la Luz, del Abad Suger.
  • Cuando las Catedrales Estaban Pintadas, Erlande-Brandenburg (1994). Muy recomendable si algo de lo de aquí arriba te ha despertado interés.
  • Documentación de la Catedral de Lérida, conservada hasta hace poco en el Archivo de Salamanca.
  • Bango Torviso: Edificios e Imágenes Medievales. Historia y Significado de las Formas.
  • Pseudo Dionisio Areopagita, Obras completas (este hay buscarlo en la biblioteca de autores cristianos).
  • Georges Duby: La Europa de las Catedrales. Arte y Sociedad. (¿Qué hay de cierto en Los Pilares de la Tierra? ¿Cómo es realmente el mundo de la ciudad medieval, y cuánto se diferencia de la ciudad Renacentista? Francamente interesante).

Ahora, quizás os preguntéis por qué ha puesto la mielda del niño una foto de tres chalaos vestidos de gato con monóculo y banderas de EEUU en el brazo en posiciones bizarras mientras hablaba de las escenas apocalípticas a los pies de la catedral.

Os lo explico en un momento. Estamos representando una escena apocalíptica a la perfección.

Cristo, esto es, mi amiga Manuela vestida de gato con monóculo (no apreciable en la foto), lleva en una mano el Libro de la Ley, y con la otra bendice al mundo, sentada en el trono de Dios, sujeto por Querubines (nada que ver con lo que imagináis, los Querubines son los soldados de Dios, llevan una espada de fuego, tienen seis alas repletas de ojos y son capaces de matar a todo lo que se les ponga por delante. Lo que vosotros llamáis "querubines" realmente son "Amorcillos" o, en italiano, "Putti", que es mucho más divertido). Los Querubines son ángeles muy chungos, los genuínos Ángeles Farrucos. Pues eso, los querubines somos mi amiga Celia y un servidor, también disfrazado de Gato con Monóculo.

Tampoco se ve en la foto que Dios está pisando al mal, y nos faltarían los salvados a un lado y los condenados a otro, pero es que en mi equipo sólo éramos tres personas.

Ea, eso es una escena apocalíptica, y si nos cuesta tanto reconocerlo en la Edad Contemporánea, habéis de saber que en la Edad Media lo veían y reconocían como quien reconoce hoy una señal de tráfico. Lo juro.

Espero no haberos aburrido demasiado, gracias por la atención y todas esas chorradas que dicen los conferenciantes.

FINIS (mundi)

11 comentarios:

Crul dijo...

Bué!

Pues a mí me gustan más a lo soso, y mira que yo soy hortera con los colores. Pero es que si lo guardamos todo tal y como era... vamos a acabar jodidos de sitio (y de horteradas).

La foto esa me recuerda mucho a una carta del Tarot. A ver si la encuentro por ahí.

Y lo de la metafísica de la luz suena interesante
Besos pa tós.

Dani dijo...

Nota para Crul:

Sí, hay muchas cosas que a mí también me parecen una burrada coloreadas. Por ejemplo, el Partenón, que además estaba coloreado con cera derretida, así que imagina cómo debió quedar al mes y medio... Pero una catedral gótica, pintada, nos proporciona una cantidad de información enorme que hemos perdido.
Bueno, perderlo tampoco habría estado mal... pero es que no lo hemos "perdido" a secas, no ha pasado el tiempo y punto...

Simplemente llegaron unos señores muy listos, muy neoclásicos, muy barrocos y muy modernos que se lo han llevado por delante, aposta, justificándose en "La Expresión de los Materiales", que en la Europa del momento ni siquiera existía.

Eso es lo que me revienta.

Un saludo!

Pei dijo...

Reconozco que me encantan los "Amorcillos" o "Puttis", jajaja XD.
Respecto a las decoraciones en las catedrales góticas, es una pena. Mola mazo ver la Sainte Chapelle de París, completamente pintada con el cielo azul, las estrellas... y bueno, qué decir de sus vidrieras, aunque no venga al caso.
Very interesting, man.
Quedo a la espera de lo de la Metafísica de la luz, como dice Crul.

Dani dijo...

jeje lo de las vidrieras, pei, viene muy al caso.
Viene al caso porque se han mutilado casi tanto como las pinturas. De hecho, la mayoría de iglesias francesas (quitando las más importantes) fueron bombardeadas durante la Guerra Mundial sin piedad y, aunque las forraron con sacos de arena y tal, se destruyeron muchas que fueron restauradas, unas con más fiabilidad que otras.

Peeeero, no todo en las guerras mundiales es malo, incluso de iglesias bombardeadas se puede aprender mucho. De hecho, sabemos de qué iba eso de "los arcos de crucería" gracias a que se bombardearon varios techos en varias iglesias construidas en momentos diferentes, sabemos cuándo hay una bóveda de crucería (ya sabéis, esas tan típicamente góticas en las que se ven los nervios) construida desde el primer momento, y cuándo los nervios de la bóveda se añadieron con posterioridad, simplemente como adorno, sobre una bóveda de arista (que surge del cruce de dos bóvedas de cañón).

Así, si bombardeas una bóveda de crucería "de verdad", lo normal es que caigan los Plementos (la parte de piedra que queda entre los nervios, para entendernos) y que se vea el "esqueleto" del edificio: Pilares y crucerías desangeladas, que también es muy bonito.
Si, por el contrario, bombardeas una bóveda de arista decorada con nervios para que parezca bóveda de crucería, suele pasar lo contrario: La bóveda de arista es muy gruesa, así que queda casi intacta, dependiendo de dónde caiga el pepino. Sin embargo, los nervios, al ir simplemente pegados, tienden a caerse, dejando la bóveda intacta. Si se cayese una sola piedra de un nervio de una bóveda de crucería, todo el sistema de reparto de empujes se iría a la mierda y adiós catedral.

Así que ya sabéis, niños. Id a las guerras y destrozad el patrimonio, que luego se hacen libros muy bonitos.

Mendrugo dijo...

Me supongo que Dani es aquél muchachote rubio que, sentado conmigo y con algunos más en una terraza de Tirso de Molina, después de pegar fuego a una servilleta de papel, y de compararle yo con un tal Nerón, preguntó: ¿Quién es ése? Y no lo cuento para molestar, sino con cariño, porque hoy me veo superado por sus conocimientos (¿arquitectónicos?). No sé si ya sabes quien es Mendrugo, Dani. Si no fuera así, la pista de Nerón debería conducirte hasta mí. El espectáculo que vimos tenía mucho que ver con la percusión. Si adivinas mi identidad te prometo meter este blog en Mis Favoritos. Es broma, os seguiré. Por cierto, el acertijo de los 30 € tiene una solución que pasa por restar 2 en vez de sumar. Besos y que os vaya lindo.

Dani dijo...

Bueno... Es cierto que soy rubio, que soy pirómano, y que frecuento las terrazas de Tirso de Molina... pero ahora mismo no acabo de adivinar quién eres...
Diría "Tanis", pero es que creo que no he estado con él (todavía) en Tirso, aunque sí por esa zona...
¿Estás seguro de que soy yo?

Mendrugo dijo...

Tengo que ver mucho con Crul.
Por supuesto que no tienes porqué acordarte. Si te digo que soy Juan Carlos, lo mismo tampoco me recuerdas, pero si te refieres a mi como "padre de", seguro que me recuerdas.

Dani dijo...

¿Me creerás si te digo que la única vez que he hablado con Crul ha sido para dejarle la nota que ves ahí arriba?

Definitivamente, me parece que te has confundido de Dani... en cualquier caso, un placer!

Mendrugo dijo...

No puedo desvelarte la identidad de Crul, pero si observas la imagen que acompaña a su comentario, a lo mejor descubres a un amigo de la adolescencia que jugaba de portero en un equipo de futbito en el que tú también lo hacias y que sólo tuvo un entrenador, yo. ¿Recuerdas ahora?

Mendrugo dijo...

Tenías razón, Dani. No eres quien yo creía. Siento la lata que te he dado. Mil disculpas, pero sigo deseándoos buena suerte.

Dani dijo...

jeje te aseguro que no has dado la lata, este tipo de juegos de "a ver quién soy" me encantan.
Muchas gracias y, por favor, sigue pasándote por la Peibolpedia, tanto Pei como yo estamos preparando material nuevo para sacar... como adelanto, además del Vol. II de la expresión de los materiales y la metafísica de la luz, te voy a dar una pista: la PINTURA CHINA.

Mucho más interesante de lo que podría sonar, en principio.